viernes, 3 de octubre de 2014

Los pescadores del Cares urgen su repoblación más de dos años después del derrumbe de Arenas


El colectivo recuerda que la empresa responsable del canal, E.ON, había mostrado su intención de crear un centro de alevinaje

La cuenta del río Cares a su paso por Arenas de Cabrales.
La Asociación de Pescadores del Cares-Deva urge la repoblación del río Cares tras las graves consecuencias que sufrió a causa del derrumbamiento que provocó la rotura del canal de la central hidroeléctrica de Arenas de Cabrales. Los ribereños no han dejado en el olvido las declaraciones que hacía hace poco más de un año la compañía responsable de las instalaciones, E.ON España, mostrándose dispuesta a estudiar «todas las opciones» para «devolver la normalidad a la zona afectada».

Después de que en la madrugada del 12 de septiembre de 2012 cediera esta infraestructura, desencadenando una gran avalancha de toneladas de lodo y piedras, «la cuenca del río quedó muy afectada. Murieron todos los peces en una distancia de entre 4 y 5 kilómetros», explica Nicolás Sánchez, presidente de la agrupación de pescadores. La distancia del río con la zona afectada es de «escasos 500 metros en línea recta». «El aluvión de barro, piedras y ramas arrasó con la actividad del cauce», recuerda.

Tras el suceso, les alentó saber que las intenciones de la empresa eran de devolver el entorno a su estado inicial. «Después de todo este tiempo asistimos atónitos a la dejadez, tanto de las empresa como del resto de organizaciones que pudieran tener responsabilidades», admite. Las consecuencias que tuvo aquel derrumbe fueron una importante afección en la población de truchas, motivo por el que la asociación pidió responsabilidades a la compañía eléctrica y reclamó su colaboración para la construcción de un centro de alevinaje que permita la repoblación de esta especie. Y es que fue la misma entidad la que anunció, meses después del siniestro, su intención de realizar una repoblación de 90.000 alevines de trucha durante las siguientes dos o tres campañas en el Cares. «Hablaban de repoblar pero nunca han iniciado los trámites para construir el centro de alevinaje, que es la única solución. Sino, no sé de dónde pensaban sacar los peces. No es tan fácil como ir a comprarlos al supermercado», ironiza Sánchez.E.ON no descarta actuar, pero precisa permisos por parte de las administraciones

Por su parte, E.ON confirmaba esta misma semana que «se ha llevado a cabo una consulta medioambiental para hacer una evaluación de las actuaciones que pudiesen ser necesarias, pero no ha habido respuesta, por lo que no se puede actuar». Al parecer, desde la compañía «hemos ofrecido toda nuestra voluntad de forma reiterada, pero dependemos de las indicaciones de las autoridades competentes, que no han dado respuesta». Mientras tanto mantiene que «si es pertinente se tomarán medidas, pero debemos seguir los cauces reglamentarios». E.ON no descarta tampoco trabajar de la mano de los pescadores, «si así lo indicasen los permisos». Como parte implicada, la Consejería de Agroganadería del Principado niega haber recibido «ninguna solicitud al respecto».

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