A falta de una semana para terminar el periodo de repoblación el colectivo estima haber liberado 250.000 ejemplares
Unas 35.000 pequeñas truchas descansan ya en las aguas del río Cares desde el pasado martes. La sociedad de pescadores El Esmerillón, dentro de su campaña de repoblación en los ríos de la comarca oriental, se acercaba hasta la ribera cabraliega para liberar este importante número de alevines. En colaboración con la administración regional, el colectivo comarcal contó además con la ayuda especial de los pequeños Nicolás y Pablo para realizar la tarea.
La campaña anual de asentamiento de truchas en los ríos ha sido algo más tardía y más baja que en las últimas ediciones. En total se soltarán unos 250.000 ejemplares. «No hay capacidad para más de 300.000 en la comarca», puntualizó el presidente de El Esmerillón, Antón Caldevilla. El retraso en el calendario se debió este año a la demora en la toma de analíticas para cerciorarse de que los alevines no sufrían ninguna patología y poder liberarlos de forma segura.
Desde Nava y hasta el límite oriental de la región han sido muchos los ríos y afluentes que han merecido este año la liberación de estos pequeños ejemplares. Varios ríos de Nava y Cangas de Onís, el río de Nueva, el río Guadamía, el río Zardón o por supuesto el Sella son sólo algunos de los ejemplos. La próxima semana, los últimos 15.000 especímenes nadarán por los caudales llaniscos del Purón y el Bedón. La piscifactoría de El Esmerillón prevé poder contar con una flota de iguales características que la de este año para la próxima campaña, ya que hay además una importante cantidad de trucha estabulada.
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