Un año esperando y parece que no se calman los ánimos. La
Consejería de Agroganadería y Recursos Autóctonos ha aprobado las normas
que regirán la pesca en Asturias durante la campaña de 2014 y, como era
de esperar, las modificaciones introducidas respecto a la normativa
actual no agradan a todo el mundo por igual. Mientras que desde la
Sociedad de Pescadores del Cares-Deva se asumen los cambios con
positividad, la Sociedad El Esmerillón, de Cangas de Onís, tacha el
nuevo texto ni más ni menos que de «tomadura de pelo».
El nuevo documento, cuya aprobación se publicaba en el
Boletín Oficial del Principado de Asturias el pasado sábado 26 de
octubre, recoge una ampliación del cupo por pescador y temporada,
aumentando de 3 a 4 salmones con respecto a este año. La temporada se
iniciará el domingo 27 de abril, lo que supone un adelanto de cuatro
días respecto al 1 de mayo, que fue cuando comenzó en este 2013, y se
cerrará el 15 de junio o el 15 de julio, según las zonas de los ríos. Se
reduce la talla mínima de los ejemplares de 70 a 45 centímetros y
algunos refugios se trasladan aguas arriba, a partir de los cuales se
deberá pescar sin muerte desde el 15 de junio. En concreto, en el Cares
se restaura el refugio de la Reserva de Niserias a la amplitud que tenía
en 2011, transformando varios cotos de tradicionales a parciales y
marcando una zona libre.
A grandes rasgos, el presidente del colectivo de pescadores
del Cares cree que «con esta normativa se han atendido en gran medida
nuestras reivindicaciones». Nicolás Sánchez celebra que, por un lado,
«se hayan ampliado los cupos, aunque sea sólo en un ejemplar» y, por
otro, que «hayamos recuperado el derecho a pescar en la zona baja de
Panes, donde los cotos tradicionales pasan a ser parciales y se habilita
una zona libre también». Sin embargo, el responsable de la agrupación
echa de menos «un aumento bastante mayor de los plazos de pesca». «El
Cares es un río más tardío y, cuando cierra la temporada, es cuando
entran aquí los salmones», concretó Sánchez.
Presa de Niserias
Por otra parte, también pediría a la Consejería que tuviera
en cuenta la situación en la que se encuentra la presa de Niserias. «Su
estado no permite que suban los salmones a desovar», advierte el
presidente. No obstante, reconoce que «debemos estar contentos» con la
nueva normativa, aunque «no podemos dejar de trabajar para continuar
avanzando en esta dirección».
En la otra cara de la moneda se posicionaba el presidente
de El Esmerillón, Antón Caldevilla. Tras conocer las intenciones de
Agroganadería para la temporada 2014, el ribereño consideró que «nos han
hecho perder el tiempo en reuniones para no cumplir después nada de lo
acordado». «Permitir un salmón más es simbólico y la ampliación de la
temporada es de risa, si el día 1 de mayo cayera de domingo ni se habría
tocado», censuró Caldevilla.
El pescador cangués destacó «el importante agravio
comparativo que arroja este texto, entre los ríos de interior y los
fronterizos». «La nueva normativa es aberrante, parece redactada a mala
fe. Está peor incluso que el borrador que se nos había mostrado, que ya
es de por sí sospechoso», denuncia. Para el responsable del colectivo
vinculado al río Sella, «el Principado está matando la gallina de los
huevos de oro». Entre los cambios ya realizados para este 2013 y los que
se auguran para el 2014, Caldevilla cree que «se han cargado la
economía de la ribera, cuando la pesca desestacionalizaba y atraía
numerosos visitantes, y están llevando a pique las asociaciones que cada
vez cuentan con menos socios». Pensando en estos colectivos, el cangués
lamenta el hecho de que «encima les estamos haciendo juego, repoblando y
trabajando para ellos a cambio de nada».
Sobre el beneplácito que sus colegas del Oriente parecen
otorgarle a la nueva normativa, Caldevilla lo tiene muy claro. «No
concibo que en el Cares se agradezca ahora algo cuando, en realidad,
antes les había sido robado». Los pescadores del Sella están indignados
con la actuación de Agroganadería y no descartan echarse a la calle. «Es
que sólo nos faltaba escuchar a la directora general de Recursos
Naturales decir que este texto llega con consenso. El consenso de todas
las asociaciones era contrario a lo que realmente hicieron, y así lo
dejamos patente en un comunicado conjunto con carácter previo»,
sentencia. Por último, Antón Caldevilla lamenta augurar que «lo que se
recuperará no es la especie del salmón sino el furtivismo, pero las
sociedades no vamos a hacer de guardas».
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